1.7.04

Inteligencia Emocional


LAS EMOCIONES AL PODER
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Amor y Calidez

La expresión del amor parece capaz, por sí sola, de fundir cualquier otra emoción negativa con la que entre en contacto. Si alguien se enoja con usted, puede seguir amando a esa persona con facilidad adoptando la creencia esencial extraída del libro “Un curso sobre milagros: toda comunicación es una respuesta de amor, o una llamada de auxilio”. Si alguien se acerca a usted en un estado herido o enfadado, y usted responde contundentemente pero con amor y una actitud cálida, el estado de ánimo de esa persona terminará por cambiar, y su intensidad desaparecerá.

Aprecio y Gratitud
La mayoría de las emociones poderosas son una expresión de amor, cada una dirigida hacia caminos diferentes. Para mí, el aprecio y la gratitud son dos de las emociones más importantes, que expresan activamente mi amor por todo aquello que me ha regalado la vida, que me ha ofrecido la gente y la experiencia. Vivir en ese estado emocional estimulará su vida más que ninguna otra cosa. Cultivar estas emociones es como cultivar la vida.

Curiosidad
Si quiere crecer realmente en su vida, aprenda a ser tan curioso como un niño. Los niños saben asombrarse, por eso se nos hacen tan simpáticos. Si quiere curarse del aburrimiento, sea curioso. Si es curioso, nada será un trabajo rutinario para usted, sino que querrá estudiarlo. Cultive la curiosidad y la vida será un estudio interminable lleno de alegría.

Excitación y Pasión
La excitación y la pasión pueden añadirle vida a cualquier cosa. La pasión puede transformar cualquier desafío en una tremenda oportunidad. La pasión es el poder desbocado por mover nuestras vidas hacia delante, a un ritmo más rápido que antes. Parafraseando a Benjamín Disraeli: el hombre sólo es realmente grande cuando actúa a partir de sus pasiones. ¿Cómo ´obtenemos´ pasión? De la misma forma que ´obtenemos´ amor, calidez, aprecio, agradecimiento y curiosidad: ¡porque decidimos sentirla! Utilice su fisiología: hable con mayor rapidez, visualice imágenes más rápidamente, mueva su cuerpo en la dirección que quiera seguir. No se limite a permanecer sentado casualmente y pensar. No puede sentirse lleno de pasión si se deja caer pesadamente sobre la silla de su despacho, respira superficialmente y arrastra las palabras al hablar.

Determinación
Todas las emociones descritas anteriormente son valiosas, pero hay una que debe experimentar para crear algo duradero y valioso en este mundo. Eso le dictará cómo enfrentar las perturbaciones, los desafíos y las desilusiones. La determinación significa la diferencia entre quedarse empantanado y sentirse alcanzado por el poder iluminador del compromiso. Sitúese en un estado de determinación de la voluntad. Todas sus acciones surgirán de esa única fuente, y usted hará automáticamente aquello que se necesita para alcanzar su objetivo. Actuar con determinación significa tomar una decisión congruente y comprometida mediante la que se renuncia a cualquier otra posibilidad.

La determinación es la llamada del despertador de la voluntad humana. Con determinación puede conseguir cualquier cosa. Sin ella se encuentra condenado a la frustración y la desilusión. La base del valor estriba en nuestra voluntad de hacer lo que sea necesario, de actuar a pesar del temor. Y el valor es el fundamento del que nace la determinación. La diferencia entre sentirse realizado y sentirse dependiente consiste en el cultivo del músculo emocional de la determinación. Sin embargo, y a pesar de tener toda esa determinación a sus órdenes, asegúrese también de poder romper su propia pauta y cambiar su aproximación a las cosas. ¿Por qué romperse la crisma contra el muro si puede mirar un poco hacia la izquierda y encontrar una puerta para pasar al otro lado?

Flexibilidad
Si hay una semilla que plantar, capaz de garantizar el éxito, es la habilidad para cambiar su actitud. De hecho, todas esas señales para la acción (eso que solía llamar emociones negativas) no son más que mensajes para que sea más flexible. Elegir ser flexible significa elegir ser feliz. A lo largo de su vida habrá momentos en los que se encontrará con cosas que no podrá controlar, y la habilidad para ser flexible con sus propias reglas, el significado que dé a las cosas y las acciones que emprenda, determinarán su éxito o su fracaso a largo plazo, por no mencionar su nivel de alegría personal. El junco que se inclina sobrevive al vendaval, mientras que el poderoso roble se resquebrajará.

Confianza en sí mismo
La confianza inconmovible en sí mismo es la sensación de certidumbre que todos deseamos. La única forma de experimentar confianza de forma consistente, incluso en ambientes y situaciones que no ha experimentado previamente, es a través del poder de la fe. Imagine y siéntase seguro acerca de las emociones que se merece tener ahora, en lugar de esperar a que surjan espontáneamente algún día, en un futuro distante. Cuando se tiene confianza en uno mismo, se está dispuesto a experimentar, a situarse en primera línea. Una forma de desarrollar la fe y la confianza consiste en practicarlas. Si yo le preguntara si tiene la suficiente confianza en sí mismo como para atarse los zapatos, estoy convencido de que me contestaría afirmativamente, sin la menor sombra de duda. ¿Por qué? ¡Sólo por que ya lo he hecho miles de veces! Así pues, practique la confianza, usándola de forma consistente y hasta le extrañarán los dividendos que le reporta en cada ámbito de su vida.

Para conseguir hacer cualquier cosa, es imperativo ejercitar la confianza en uno mismo, antes que el temor. La tragedia que sucede en las vidas de muchas personas es que evitan actuar porque tienen miedo; incluso se sienten mal antes que las cosas sucedan. Pero recuerde: la fuente extraordinaria del éxito encuentra a menudo su origen en una serie de creencias bien alimentadas, para las que el individuo no dispone de referencias previas. La habilidad para actuar con fe es lo que permite progresar a la raza humana.

Alegría
Cuando añadí la alegría a mi lista de valores más importantes, la gente comentó: ´Hay algo diferente en ti. Ahora pareces sentirte feliz´. Me di cuenta entonces de que había sido feliz, pero que eso no se había reflejado en mi cara. Hay una gran diferencia entre sentirse feliz interiormente y mostrarse alegre exteriormente. La alegría exterior incrementa la autoestima, hace que la vida sea más divertida, y también consigue que la gente que lo rodea a uno, se sienta más feliz. La alegría tiene el poder de eliminar los sentimientos de temor, de sentirse herido, enojado frustrado, desilusionado, deprimido, culpable e inadecuado. Habrá alcanzado la alegría el día en que se dé cuenta de que las cosas no mejorarán más que sintiéndose alegre, al margen de lo que suceda a su alrededor.

Sentirse alegre o significa que es usted un irresponsable o que mira el mundo a través de unos cristales de color de rosa y se niega a reconocer los desafíos que se le plantean. Sentirse alegre significa que es usted increíblemente inteligente, porque sabe que, si vive en un estado de placer (tan intenso como transmitir una sensación de alegría a quienes le rodean), puede tener el impacto de afrontar prácticamente cualquier desafío que surja en su camino. Cultive la alegría y no tendrá que prestar mucha atención a ninguna de esas ´dolorosas´ señales para la acción.

Vitalidad
Si no se ocupa del cuidado de su cuerpo físico, le será más difícil disfrutar de estas emociones. Asegúrese de disponer de vitalidad física; recuerde que todas las emociones se hallan dirigidas a través de su cuerpo. Si se siente emocionalmente desequilibrado, necesita mirar lo básico. ¿Cómo es su respiración? Cuando la gente se siente tensa, deja de respirar, socavando su vitalidad. Aprender a respirar adecuadamente es el camino más importante a seguir hacia una buena salud. Otro elemento crítico de la vitalidad física consiste en asegurarse de tener un nivel abundante de energía nerviosa.

¿Cómo se consigue eso? Dése cuenta que cada día gasta energía nerviosa a través de sus acciones y, por muy evidente que parezca, necesita asegurarse que descansa y se recarga. Si duerme regularmente entre 8 y 10 horas diarias, probablemente está durmiendo demasiado. Se ha descubierto que lo óptimo para la mayoría de la gente es de 6 a 7 horas. En contra de la creencia popular, el permanecer sentado y quieto no preserva la energía. La verdad es que suele ser entonces cuando uno se siente más cansado. El sistema nervioso humano necesita moverse para tener energía. Hasta cierto punto, gastar energía le proporciona una mayor sensación de energía. Al moverse, el oxígeno fluye a través de su sistema, y ese nivel físico de salud crea la sensación emocional de vitalidad que le ayudará a afrontar cualquier desafío negativo que pueda tener en su vida. La sensación de vitalidad es una emoción crítica que debe cultivar para manejar virtualmente cualquier emoción que surja en su vida, por no mencionar el recurso crítico para experimentar una pasión consistente.

Contribución
Hace años, recuerdo que pasé por uno de los momentos más difíciles de mi vida. Cuando me hallaba conduciendo por la autopista en medio e la noche. Me preguntaba una y otra vez: ¿Qué necesito para darle a vuelta a mi vida?. De pronto, una visión me asaltó y fue tan intensa, que tuve que detener el coche inmediatamente y anotar en mi diario una frase clave: ´El secreto de la vida es dar´.

No hay ninguna otra emoción más enriquecedora que la sensación de que lo que uno es como persona, algo que se ha dicho o hecho, ha aumentado de algún modo la experiencia vital de alguien que le importe, o quizá de alguien a quien ni siquiera conoce. Pero, tenga cuidado de no caer en la trampa de ayudar a los demás a su propia costa. Si puede darse a sí mismo y a los demás, y hacerlo en una escala mesurable que le permita saber que su vida ha importado, tendrá un sentido de la conexión con la gente y una sensación de orgullo y autoestima que jamás podrán proporcionarle ni el dinero, ni los logros, la fama o el reconocimiento. El sentido de la contribución hace que la vida valga a pena. ¡Imagine cuanto mejor sería el mundo si todos nosotros cultiváramos el sentido de la contribución!

Abel Cortese